
♪ "No soy tan especial, de hecho, soy un poco aburrida
Cuando cuento un chiste, probablemente, ya lo has escuchado
Pero tengo un talento, algo maravilloso.
Porque todos escuchan cuando empiezo cantar
Estoy tan agradecida y orgullosa
todo lo que quiero es cantar muy alto" ♪
Traducción de la canción "Thank you for the music" by Abba
Cuando escuché esta canción por primera vez, me impresioné increíblemente con el parecido que tiene conmigo. Siempre me he considerado una chica no muy divertida, reservada, de pocas palabras. Pueden pasar semanas completas sin hacer vida social, pasar los fines de semana en casa frente al pc sin mucho que hacer. Sólo revisar el Facebook para copuchar si alguien terminó o comenzó una relación, ver las fotos de mis amigos o unirme a esos grupos sensatos donde se trata un tema interesante. Sin duda alguna me he dado cuenta que mi vida no es exactamente lo que yo siempre esperé. Me he quejado varias veces conmigo misma cuando alguien me llama "señora". Recuerdo la primera vez que me llamaron con semejante apelativo tenía unos 15 años. ¿Tendré cara de vieja o actitudes de vieja para que alguien me llame así? ¿Será porqué soy alta y bastante robusta? ¿será porqué heredé el ceño fruncido de mi abuela paterna? No sé cuál es la razón para semejante patraña. Pero yo soy señorita y lo seguiré siendo hasta que me case (asunto que dudo porque no veo en ese estado civil más que un papel poderoso que te permite ganar y perder cuando te separas; te puede dejar en la banca rota si eres hombre y beneficiar tremendamente si eres mujer y con hijos menores de edad). Así que al próximo individuo ignorante que se atreva a llamarme señora le refregaré mi soltería en la cara. En fin, es complicado entender a la gente. Tal vez por eso me margino tanto de la sociedad, aunque sin duda la critico.
El gran punto de esta entrada es que hay algo que va más allá de todo lo humano, de todo los prejuicios, de todos lo que la gente piense o sienta: Yo no soy más que melodía. ¿Piensas que soy egocéntrica? Para nada lo soy. Soy melodía simplemente. Sólo cantar es lo que en verdad me hace sentir viva. Escuchar notas musicales en acorde es lo que me motiva a seguir en esto. Las canciones que me han erizado la piel tantas veces son merecedoras de toda mi admiración y respeto. Las personas que cantan esas melodías también lo son. Especialmente la persona que me inspiró a cantar otra vez. Aquel personaje que atraje y dejé ir sin ni siquiera tenerlo. Sin que siquiera él lo sepa, pero que sí escuchó una vez cuando le regalé las canciones que tomé prestadas. Hubiera sido un milagro si él me hubiera sido mi inspiración para componer, habilidad que no he desarrollado para nada por respecto a aquellos músicos profesionales. Es sorprendente darme cuenta cuanto tiempo guardé mi voz, sin ni siquiera entonar un acorde, sin tomar mi guitarra, ni tararear la primera canción que escuché en la mañana. ¿PERO CÓMO? si esa es mi esencia, lo que me alegra y relaja. ¿Cómo pude dejarla sola tanto tiempo? ¿Fue acaso una especie de luto? ¿acaso discutimos? ¿o tal vez, se molestó conmigo por algo que hice? Es lo más probable. Ahora que lo pienso detenidamente debe haber sido por ese asunto amoroso con aquel personaje de ojos claros. Sí, eso debe ser. Y cuando este muchacho de voz tan dulce apareció nos reconcileamos para siempre. Tiene sentido.
Tuvo sentido hace 9 años cuando era integrante del coro La Concepción. Cuando era contralto y me olvidaba del mundo haciendo segundas voces a las agudas sopranos. El tiempo no existía en esa sala de música al fondo del colegio. La media luna de cantantes frente al profesor Fernando Sandoval dividida en cuatro voces: sopranos, contraltos, tenores y bajos. Es muy sencillo regresar a esos momentos con tan sólo cerrar mis ojos y sentir las melodías de nuestros distintos acordes llenar la sala hasta el último rincón. Puedo escuchar las distintas entradas de cada uno y separar las voces si me concentro bien. Recuerdo esas canciones como si las hubiese cantado hoy. ¿Por qué las recuerdo tan claramente? ¿Porque las repetí y practiqué muchas veces? No lo creo. Es simplemente porque eran yo. He olvidado a muchas personas, sus nombres, sus personalidades, su defectos y virtudes, he olvidado situaciones de mi niñez y adolescencia, pero esas canciones están conmigo.
¿Ahora entiendes por qué digo que soy melodía? Sólo tienes que escucharme cantar y entenderás a qué me refiero. No escucharás a una cantante profesional que respira correctamente con perfecta afinación. No escucharás a una persona que quiere figurar y hacerse famosa cantando. Sólo me escucharás a mí. A lo que en verdad soy y seguiré siendo.
Cuando cuento un chiste, probablemente, ya lo has escuchado
Pero tengo un talento, algo maravilloso.
Porque todos escuchan cuando empiezo cantar
Estoy tan agradecida y orgullosa
todo lo que quiero es cantar muy alto" ♪
Traducción de la canción "Thank you for the music" by Abba
Cuando escuché esta canción por primera vez, me impresioné increíblemente con el parecido que tiene conmigo. Siempre me he considerado una chica no muy divertida, reservada, de pocas palabras. Pueden pasar semanas completas sin hacer vida social, pasar los fines de semana en casa frente al pc sin mucho que hacer. Sólo revisar el Facebook para copuchar si alguien terminó o comenzó una relación, ver las fotos de mis amigos o unirme a esos grupos sensatos donde se trata un tema interesante. Sin duda alguna me he dado cuenta que mi vida no es exactamente lo que yo siempre esperé. Me he quejado varias veces conmigo misma cuando alguien me llama "señora". Recuerdo la primera vez que me llamaron con semejante apelativo tenía unos 15 años. ¿Tendré cara de vieja o actitudes de vieja para que alguien me llame así? ¿Será porqué soy alta y bastante robusta? ¿será porqué heredé el ceño fruncido de mi abuela paterna? No sé cuál es la razón para semejante patraña. Pero yo soy señorita y lo seguiré siendo hasta que me case (asunto que dudo porque no veo en ese estado civil más que un papel poderoso que te permite ganar y perder cuando te separas; te puede dejar en la banca rota si eres hombre y beneficiar tremendamente si eres mujer y con hijos menores de edad). Así que al próximo individuo ignorante que se atreva a llamarme señora le refregaré mi soltería en la cara. En fin, es complicado entender a la gente. Tal vez por eso me margino tanto de la sociedad, aunque sin duda la critico.
El gran punto de esta entrada es que hay algo que va más allá de todo lo humano, de todo los prejuicios, de todos lo que la gente piense o sienta: Yo no soy más que melodía. ¿Piensas que soy egocéntrica? Para nada lo soy. Soy melodía simplemente. Sólo cantar es lo que en verdad me hace sentir viva. Escuchar notas musicales en acorde es lo que me motiva a seguir en esto. Las canciones que me han erizado la piel tantas veces son merecedoras de toda mi admiración y respeto. Las personas que cantan esas melodías también lo son. Especialmente la persona que me inspiró a cantar otra vez. Aquel personaje que atraje y dejé ir sin ni siquiera tenerlo. Sin que siquiera él lo sepa, pero que sí escuchó una vez cuando le regalé las canciones que tomé prestadas. Hubiera sido un milagro si él me hubiera sido mi inspiración para componer, habilidad que no he desarrollado para nada por respecto a aquellos músicos profesionales. Es sorprendente darme cuenta cuanto tiempo guardé mi voz, sin ni siquiera entonar un acorde, sin tomar mi guitarra, ni tararear la primera canción que escuché en la mañana. ¿PERO CÓMO? si esa es mi esencia, lo que me alegra y relaja. ¿Cómo pude dejarla sola tanto tiempo? ¿Fue acaso una especie de luto? ¿acaso discutimos? ¿o tal vez, se molestó conmigo por algo que hice? Es lo más probable. Ahora que lo pienso detenidamente debe haber sido por ese asunto amoroso con aquel personaje de ojos claros. Sí, eso debe ser. Y cuando este muchacho de voz tan dulce apareció nos reconcileamos para siempre. Tiene sentido.
Tuvo sentido hace 9 años cuando era integrante del coro La Concepción. Cuando era contralto y me olvidaba del mundo haciendo segundas voces a las agudas sopranos. El tiempo no existía en esa sala de música al fondo del colegio. La media luna de cantantes frente al profesor Fernando Sandoval dividida en cuatro voces: sopranos, contraltos, tenores y bajos. Es muy sencillo regresar a esos momentos con tan sólo cerrar mis ojos y sentir las melodías de nuestros distintos acordes llenar la sala hasta el último rincón. Puedo escuchar las distintas entradas de cada uno y separar las voces si me concentro bien. Recuerdo esas canciones como si las hubiese cantado hoy. ¿Por qué las recuerdo tan claramente? ¿Porque las repetí y practiqué muchas veces? No lo creo. Es simplemente porque eran yo. He olvidado a muchas personas, sus nombres, sus personalidades, su defectos y virtudes, he olvidado situaciones de mi niñez y adolescencia, pero esas canciones están conmigo.
¿Ahora entiendes por qué digo que soy melodía? Sólo tienes que escucharme cantar y entenderás a qué me refiero. No escucharás a una cantante profesional que respira correctamente con perfecta afinación. No escucharás a una persona que quiere figurar y hacerse famosa cantando. Sólo me escucharás a mí. A lo que en verdad soy y seguiré siendo.