21/2/09

♪... Ella canta en mi garganta ...♪


♪ "No soy tan especial, de hecho, soy un poco aburrida

Cuando cuento un chiste, probablemente, ya lo has escuchado

Pero tengo un talento, algo maravilloso.

Porque todos escuchan cuando empiezo cantar

Estoy tan agradecida y orgullosa

todo lo que quiero es cantar muy alto" ♪



Traducción de la canción "Thank you for the music" by Abba



Cuando escuché esta canción por primera vez, me impresioné increíblemente con el parecido que tiene conmigo. Siempre me he considerado una chica no muy divertida, reservada, de pocas palabras. Pueden pasar semanas completas sin hacer vida social, pasar los fines de semana en casa frente al pc sin mucho que hacer. Sólo revisar el Facebook para copuchar si alguien terminó o comenzó una relación, ver las fotos de mis amigos o unirme a esos grupos sensatos donde se trata un tema interesante. Sin duda alguna me he dado cuenta que mi vida no es exactamente lo que yo siempre esperé. Me he quejado varias veces conmigo misma cuando alguien me llama "señora". Recuerdo la primera vez que me llamaron con semejante apelativo tenía unos 15 años. ¿Tendré cara de vieja o actitudes de vieja para que alguien me llame así? ¿Será porqué soy alta y bastante robusta? ¿será porqué heredé el ceño fruncido de mi abuela paterna? No sé cuál es la razón para semejante patraña. Pero yo soy señorita y lo seguiré siendo hasta que me case (asunto que dudo porque no veo en ese estado civil más que un papel poderoso que te permite ganar y perder cuando te separas; te puede dejar en la banca rota si eres hombre y beneficiar tremendamente si eres mujer y con hijos menores de edad). Así que al próximo individuo ignorante que se atreva a llamarme señora le refregaré mi soltería en la cara. En fin, es complicado entender a la gente. Tal vez por eso me margino tanto de la sociedad, aunque sin duda la critico.



El gran punto de esta entrada es que hay algo que va más allá de todo lo humano, de todo los prejuicios, de todos lo que la gente piense o sienta: Yo no soy más que melodía. ¿Piensas que soy egocéntrica? Para nada lo soy. Soy melodía simplemente. Sólo cantar es lo que en verdad me hace sentir viva. Escuchar notas musicales en acorde es lo que me motiva a seguir en esto. Las canciones que me han erizado la piel tantas veces son merecedoras de toda mi admiración y respeto. Las personas que cantan esas melodías también lo son. Especialmente la persona que me inspiró a cantar otra vez. Aquel personaje que atraje y dejé ir sin ni siquiera tenerlo. Sin que siquiera él lo sepa, pero que sí escuchó una vez cuando le regalé las canciones que tomé prestadas. Hubiera sido un milagro si él me hubiera sido mi inspiración para componer, habilidad que no he desarrollado para nada por respecto a aquellos músicos profesionales. Es sorprendente darme cuenta cuanto tiempo guardé mi voz, sin ni siquiera entonar un acorde, sin tomar mi guitarra, ni tararear la primera canción que escuché en la mañana. ¿PERO CÓMO? si esa es mi esencia, lo que me alegra y relaja. ¿Cómo pude dejarla sola tanto tiempo? ¿Fue acaso una especie de luto? ¿acaso discutimos? ¿o tal vez, se molestó conmigo por algo que hice? Es lo más probable. Ahora que lo pienso detenidamente debe haber sido por ese asunto amoroso con aquel personaje de ojos claros. Sí, eso debe ser. Y cuando este muchacho de voz tan dulce apareció nos reconcileamos para siempre. Tiene sentido.



Tuvo sentido hace 9 años cuando era integrante del coro La Concepción. Cuando era contralto y me olvidaba del mundo haciendo segundas voces a las agudas sopranos. El tiempo no existía en esa sala de música al fondo del colegio. La media luna de cantantes frente al profesor Fernando Sandoval dividida en cuatro voces: sopranos, contraltos, tenores y bajos. Es muy sencillo regresar a esos momentos con tan sólo cerrar mis ojos y sentir las melodías de nuestros distintos acordes llenar la sala hasta el último rincón. Puedo escuchar las distintas entradas de cada uno y separar las voces si me concentro bien. Recuerdo esas canciones como si las hubiese cantado hoy. ¿Por qué las recuerdo tan claramente? ¿Porque las repetí y practiqué muchas veces? No lo creo. Es simplemente porque eran yo. He olvidado a muchas personas, sus nombres, sus personalidades, su defectos y virtudes, he olvidado situaciones de mi niñez y adolescencia, pero esas canciones están conmigo.



¿Ahora entiendes por qué digo que soy melodía? Sólo tienes que escucharme cantar y entenderás a qué me refiero. No escucharás a una cantante profesional que respira correctamente con perfecta afinación. No escucharás a una persona que quiere figurar y hacerse famosa cantando. Sólo me escucharás a mí. A lo que en verdad soy y seguiré siendo.

20/2/09

Recuento de los Daños


Es extraño que te recuerde de nuevo después de todo lo que pasamos. Es gracioso incluso, porque ahora que estoy sin tí me doy cuenta de mucho que antes no había notado.



* Cuando me abrazabas pensaba que mis lentes se empañaban porque tu cuerpo expedía tu esencia y se quedaba impregnada en los vidrios. Siempre tenía que limpiarlos después de estar un buen rato pegada a ti. Hoy me doy cuenta que eso sigue sucediendo. Hoy que estoy sin tí, tengo que seguir limpiando mis lentes con la punta de la ropa que esté vistiendo porque nunca compré el pañuelo para limpiarlos. Simplemente usé lo primero que tenía enfrente.



* Cuando me decías esas frases que todas las mujeres queremos escuchar me sentía tan bien. No entiendo porqué si al final yo sabía que no era así porque tus actos hablaban y gritaban más alto que tú. Me decía que yo sería la única mujer en tu vida, que después de mi no te involucrarías con nadie más, pero yo sabía que unas horas antes ella había besado tus labios. Lo sentía en cada beso que me dabas. En cada respiro podía sentir su presencia ajena. Me llegué a sentir como Fermina con su sentido del olfato extremadamente desarrollado. Como Fermina me sentí.



* Cuando sigo descubriendo que tienes doble vida, ya no me sorprendo. Sigues teniendo esa mentalidad dividida entre el niño que quiere ser hombre y el hombre que quiere ser niño. Sigues repitiendo las mismas frases típicas que me decías a mi. Les dices a todas que son tu Bebé, que te caen mal, que sin ella no puedes vivir, pero llegan a otros tímpanos, a los que tienes totalmente ciegos. No puedes negar que cada día que pasa sigues siendo exactamente el mismo y que yo, después de ti, soy otra completamente nueva.



* Cuando intento comenzar una nueva relación gracias a ti me cuesta demasiado. No sabes lo estresante que es pensar que esa persona nueva en mi vida pueda llegar a destruir todo lo que he logrado hasta ahora después de ti. Ahora que ya mi vida está completa y tranquila, que tengo un buen trabajo, un vida profesional, amigos excelentes y una familia que siempre ha estado conmigo apesar de todo, me doy cuenta de que yo no sirvo para tener pareja y tú tampoco. Así que mejor termina con ella y yo termino con él. Cada uno por su lado y aprendemos a vivir lo que nos tocó.